En SOMArmonía no hablamos de “clientes” porque sin duda, la relación terapéutica no es una mera relación mercantil como implica esa palabra, sino una relación profunda basada en la confianza y el respeto. Aquí hablamos de beneficiarios, y el trato con los nuestros se caracteriza por la cercanía y la confianza mutua. Puedes estar segur@ de que aquí no vamos a jugar con tus esperanzas: te informaremos con total claridad y trabajaremos contigo o tus seres queridos sólo si sabemos que te podemos ayudar a alcanzar objetivos factibles y realistas que repercutan en una mejora de la salud y la calidad de vida. Nuestras intervenciones son de un gran rigor metodológico, con registros en cada sesión, evaluación continua e informes regulares. Y la comunicación entre nuestro terapeuta y nuestros beneficiarios y sus padres en el caso de niños es cercana y constante, informando sesión tras sesión del proceso terapéutico y resolviendo cualquier duda que pudiera existir. En nuestro centro no encontrarás salas de espera abarrotadas, sino toda la intimidad y calma que te mereces. Y por supuesto, toda la información está bajo el más estricto secreto profesional. Por ello nuestros beneficiarios confían plenamente en nosotros, porque les tratamos a ellos y sus familias con la dedicación, el cuidado, la profesionalidad y el respeto con el que nos gustaría que nos trataran a nosotros y a nuestras familias.