La Musicoterapia en Alzheimer como terapia complementaria no farmacológica de mejora de la salud y la calidad de vida

cerebro colores_SOMArmonia MusicoterapiaLa población mundial sigue creciendo y la esperanza de vida de las personas aumentando, y por tanto aumenta también la tasa de incidencia del Alzheimer y otras demencias en personas de la tercera edad. A la par que esto ocurre, no parece haber un aumento equivalente en la cantidad o calidad de los servicios que se ofrecen a las personas mayores, al menos desde las políticas gubernamentales, con un enfoque centrado más en la intervención sobre los síntomas que en la prevención y promoción de la salud. Las personas mayores tienen cada vez más difícil la comprensión y adaptación a esta nuestra hiper-tecnológica sociedad actual, tan centrada en el consumismo, la conexión superficial a través de redes sociales y la creación constante de estímulos. Pero los medios de comunicación, los servicios de ocio, los recursos urbanos y sociales y prácticamente todas las esferas de la sociedad siguen ignorando en la mayor parte al colectivo (nada minoritario) de las personas mayores.

Ante este panorama nace la jornada “El Alzheimer: del Diagnóstico al Encuentro Social”, como un espacio que reflexione precisamente sobre ese rol de la sociedad (es decir, de todos y cada uno de nosotros y nostras) con respecto al Alzheimer y con respecto a la gran cantidad de personas que sufren esta demencia, y sus cuidadores y familiares, que también la sufren.

En estas jornadas, realizadas en Valencia el 13 de Noviembre, dirigidas con la fuerza y el cariño de una cuidadora (María de los Ángeles Rodríguez) y bajo el auspicio de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, se reflexiona sobre diferentes aspectos importantes ante la enfermedad como la detección precoz y el seguimiento, y otros que no son objeto normalmente por parte de los servicios de salud: la aceptación de la enfermedad, la infantilización en el trato al enfermo, la arquitectura como proyección de emoción, las terapias no farmacológicas y el compromiso social en envejecimiento activo.

La musicoterapia como una terapia no farmacológica complementaria se posiciona como una poderosa herramienta tanto de prevención y promoción de la salud en la tercera edad, como de intervención en personas con Alzheimer en diferentes fases y sus cuidadoras y cuidadores. Todos sabemos que la música nos activa o nos relaja, nos evoca recuerdos y nos provoca emociones. La música por sí misma puede tener efectos terapéuticos (aunque mucho cuidado, porque también puede evocar malos recuerdos), pero no es lo mismo el uso de la música que se hace en contextos cotidianos o sanitarios que la musicoterapia, en un proceso adaptado a cada persona y llevado a cabo por un profesional cualificado.

El musicoterapeuta es el profesional específicamente formado en musicoterapia (en España, a través de un Máster o Postgrado de 60 ECTS con un proceso de prácticas tutorizado) para utilizar todo tipo técnicas musicales (improvisación vocal o instrumental, baile e improvisación corporal, escucha y comentario de letras de canciones…) y la música en un proceso metodológico y personalizado encaminado a mejorar la salud y calidad de vida de una persona o grupo de personas.

Existe evidencia científica de que la musicoterapia ayuda en personas con Alzheimer a potenciar la interacción social, la comunicación y la expresión de emociones, a disminuir la agitación, la ansiedad y la depresión y a mejorar y mantener la atención, la memoria y el lenguaje. La memoria musical es la última que se pierde y si bien, en fases avanzadas una persona con Alzheimer puede olvidar las caras y los nombres de sus familiares, no olvida la nana que le cantaba a su hijo, o la primera canción que bailó con su marido, y a través de esos recuerdos puede llegar a re-conectar con esas personas y con su entorno.

La musicoterapia cubre tres de los pilares del envejecimiento activo: el de participación (en una actividad y proceso altamente terapéutico a la vez que divertido), el de aprendizaje durante toda la vida (pues si bien en musicoterapia no se busca “enseñar” música y los objetivos no son educativos sino terapéuticos, a través del aprendizaje de letras de canciones o de patrones rítmicos por ejemplo, se pueden estar trabajando aspectos como la memoria biográfica, la motivación de logro, la comunicación o la atención sostenida), y por último el de salud, entendida tal y como lo hace la Organización Mundial de la Salud como «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades» siendo la musicoterapia una terapia holista que abarca a toda la persona en sus aspectos físico-motriz, psico-cognitivo, social, comunicativo, emocional y espiritual (aspecto éste último importantísimo en la tercera edad, época de cambios, de duelos, de dar sentido a la vida y de prepararse para la muerte).

Esperemos que iniciativas como la que nos ocupa llamen la atención no sólo de organismos públicos que puedan cambiar políticas globales de salud, sino también de familiares, amigos y amigas, profesionales y personas de a pie comprometidas con un mundo mejor para todas y todos, incluidas las personas con Alzheimer, y que propuestas avaladas científicamente como la musicoterapia vayan instaurándose en el día a día de las personas mayores para mejorar su calidad de vida hasta el final de la misma.

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Buedo Salas, David - SOMArmonía (www.somarmonia.com)

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