La Musicoterapia tiene un gran número de aplicaciones, principalmente en los ámbitos educativo-escolar, social-comunitario y clínico-sanitario. Aunque en España esta disciplina está empezando ahora a popularizarse, en muchos otros países del mundo la Musicoterapia está ya plenamente integrada en colegios y guarderías, hospitales, centros de día, centros de acogida, empresas, etc, siendo una terapia que goza de un gran reconocimiento científico y social. Aunque muchos tienen la pre-concepción de que sólo se utiliza con niños, en realidad es beneficiosa para todo tipo de personas: embarazadas, niñ@s de todas las edades, adultos y personas mayores. Puede aplicarse tanto a nivel individual como grupal.

Hay algo muy especial acerca de la musicoterapia que la hace una terapia única: el elemento de comunicación que utiliza es el sonoro-musical. Incluso personas con poca o ninguna comunicación o comprensión verbal pueden beneficiarse de la Musicoterapia y por eso ésta se suele asociar a casos como los Trastornos del Espectro Autista o el Alzheimer. En estos casos es una terapia muy eficaz, y en algunas ocasiones, la única que permite establecer un vínculo terapéutico con personas con una sintomatología muy marcada. Pero también se usa como tratamiento de otras muchas problemáticas físicas, psico-cognitivas, emocionales y comunicativo-sociales.

Además de su vertiente clínica, es también una terapia preventiva que sirve para mantener y mejorar la salud, ampliando la calidad de vida y potenciando un desarrollo personal óptimo y armónico. Llega donde otros tipos de terapias no llegan pues permita expresar aspectos emocionales a los cuales sería muy difícil acceder mediante el uso de la palabra. Es una terapia holista: abarca a la persona en su totalidad, puesto que cualquier actividad musical (incluso la escucha) involucra los aspectos físico, cognitivo, socio-comunicativo y emocional (y también espiritual) del ser humano. Es por eso que tiene multitud de aplicaciones. Todos tenemos una estrecha relación con la música y es por ello que todos podemos beneficiarnos de sus efectos terapéuticos.

La música es el corazón de la vida. Con ella habla el amor, sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso.

Franz Liszt (1811-1886). Pianista y compositor austríaco.