1 de Marzo: Día Mundial de la Musicoterapia. ¿Por qué es necesario?

El 1 de marzo, como cada año, se celebra el Día Mundial de la Musicoterapia con el objetivo de divulgar y visibilizar la musicoterapia.

¿Por qué es necesario el Día Mundial de la Musicoterapia?

La musicoterapia es una disciplina terapéutica con un corpus teórico-práctico muy amplio desarrollado durante más de 70 años a través de investigaciones, publicaciones y congresos y con mucha evidencia empírica que avala su efectividad. Sin embargo, en muchos países se la sigue relacionando incorrectamente con pseudo-ciencias y pseudo-terapias. Por es es muy importante resaltar que la musicoterapia tiene muchos beneficios y es una disciplina respaldada por la evidencia científica.

Sigue existiendo mucha confusión sobre los requisitos necesarios para poder ejercer la musicoterapia. Hay mucha gente que todavía cree que el realizar actividades musicales en ambientes sanitarios (como la escucha musical o tocar instrumentos) es musicoterapia. La música puede tener beneficios, pero eso no es musicoterapia, al igual que una buena conversación con amigo que sabe escuchar puede ser beneficiosa, pero eso no es psicoterapia. Así que si eres un profesional de la salud o la educación que utiliza la música, está genial, pero por favor, recuerda utilizar los términos adecuados y no llames “musicoterapia” a lo que no lo es, o sin darte cuenta estarás realizando intrusismo profesional. La musicoterapia es una profesión de la salud que requiere una formación específica y que sólo puede ser ejercida por musicoterapeutas profesionales.

La musicoterapia está reconocida y regulada en muchos países del mundo lo cual significa que la formación y el ejercicio profesional del musicoterapeuta están salvaguardados por las leyes, dejando muy claro qué formación se requiere y quién puede ejercer la profesión de musicoterapeuta. En otros países se encuentra en vías de regulación y en la mayoría ni siquiera está en esa situación por lo cual son muy habituales los casos de intrusismo y mala praxis. Por eso muchos musicoterapeutas seguimos trabajando por la divulgación de la musicoterapia y colaborando con asociaciones de musicoterapia en la lucha para el reconocimiento profesional y legal de la misma. Otras disciplinas terapéuticas como la terapia ocupacional, la logopedia o la misma psicología pasaron en su momento por el mismo proceso de reconocimiento regulación y hoy en día tienen la categoría laboral y profesional que merecen. La musicoterapia es una profesión reconocida en muchos países y que tiene un gran desarrollo académico, científico y práctico, por lo que debemos seguir luchando para que sea debidamente reconocida y regulada como profesión en todo el mundo.

Los musicotera

peutas somos profesionales con una formación muy amplia (en las disciplinas de la música, la psicología, la psiquiatría, la investigación, la comunicación no-verbal…) pues trabajamos en los aspectos físico-motriz, cognitivo, emocional, comunicativo, social y hasta espiritual de las personas y a través de una amplia gama de técnicas. Para ser profesionales cualificados y actualizamos participamos en formaciones complementarias regularmente, asistimos a congresos y realizamos supervisión de nuestras propias intervenciones para seguir aprendiendo y mejorando. También participamos como pacientes en nuestros propios procesos terapéuticos para estar lo mejor posible y poder así llevar a cabo un buen trabajo sin “contaminaciones” de nuestra vida profesional. Además de eso, estamos asociados en alguna asociación de musicoterapia y cumplimos las exigencias éticas que esta marca (al igual que cualquier otro profesional de la salud debería hacer). Y sin embargo y a pesar de todo esto, estamos muy acostumbrados a que todavía existan prejuicios como que la musicoterapia es sólo una actividad lúdica o errores terminológicos como llamar “clases” a nuestras sesiones. Sí, todavía se sigue confundiendo al musicoterapeuta con un profesor de música o un animador musical por ejemplo. Existen todavía muchos prejuicios e ideas falsas sobre la musicoterapia, y el musicoterapeuta no está socialmente conocido y reconocido como se merece y por lo tanto, debemos seguir divulgando la musicoterapia.

¿Qué puedes hacer tú para ayudar a la Musicoterapia hoy (y el resto de días del año)?

Si eres musicoterapeuta: divulga tu profesión de la forma más clara y sencilla posible para que todo el mundo comprenda en qué consiste y la conozca. Aparte de eso por supuesto también puedes presentar investigaciones en jornadas, publicaciones y congresos científicos (pero no te olvides de la divulgación: recuerda que es el público general el que no sabe bien

qué hacemos los musicoterapeutas).

Si eres beneficiario o familiar de un beneficiario de musicoterapia: si la musicoterapia te ha ayudado a ti o un familiar tuyo, habla de tu experiencia a tus amigos, familiares y conocidos, e incluso en redes sociales. Por suerte, ir a terapia cada vez es un tema menos tabú: todos deberíamos ir regularmente y preocuparnos por nuestra salud mental y emocional al igual que nos preocupamos por nuestra salud física. Así que si vamos al médico o al masajista, ¿por qué no ir al psicólogo o al musicoterpeuta? ¿Y por qué no recomendarlo si nos ha ido bien a nosotros? En la medida en que se vaya normalizando y aceptando este hecho entre las personas de a pie, podremos ir haciendo más fuerza para que los legisladores regulen la profesión en los países en los que aún no lo han hecho.

Si eres un profesional de la salud: infórmate bien de lo que es la musicoterapia de fuentes fiables como asociaciones de musicoterapia (en Internet y en las redes sociales suele haber mucha información poco fiable o directamente falsa). Si utilizas la música en tus clases o sesiones (por ejemplo canciones educativas o relajación con música) no lo llames “musicoterapia” pues sin darte cuenta estarás cayendo en el intrusismo profesional. Si realmente tienes vocación y quieres hacete musicoterapeuta ten en cuenta que la formación es larga, pero merece la pena, e infórmate a través de las asociaciones cuáles son los requisitos formativos para ejercer la musicoterapia en tu país (y no te fíes de esos cursos on-line, baratos y co

rtos que te prometen un título de musicoterapeuta, pues se aprovechan de la falta de regulación profesional que existe en muchos países para intentar sacarte el dinero por un título que no tiene ninguna validez dando una formación basiquísima que ni siquiera han realizado musicoterapeutas profesionales).

Eres una persona curiosa que tiene interés por la musicoterapia: seguramente tengas muchas preguntas sobre musicoterapia, pero no te fíes de todo lo que leas, como ya se ha comentado, en cuanto a musicoterapia hay mucha paja y poco grano en internet. Fíjate bien en la autoría o la fuente de la información: si no proviene de un musicoterapeuta profesional o una asociación oficial de musicoterapeuta posiblemente no es información fiable. Sé critico y selectivo con lo que lees y te crees. Y si quieres formarte como musicoterapeuta o acudir a sesiones de musicoterapeuta fíjate muy bien en que la formación cumpla los requisitos establecidos en tu país por las asociaciones de musicoterapia para poder ejercer la musicoterapia y pregunta sin miedo a tu musicoterapeuta cuál es su formación y qué experiencia tiene para estar seguro de que está debidamente cualificado.

¡Feliz Día Mundial de la Musicoterapia!

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Buedo Salas, David - SOMArmonía (www.somarmonia.com)

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